Ah, la cacería… el sano deporte de dispararle a todo ser
humano… es decir, capturar los más exóticos ejemplares que los homínidos pueden
ofrecer… no es cosa sencilla, ni vulgar deseo del hambre, es una actividad digna
de caballeros.
Nota:
Para esos amargados, pro-humanistas, que no tienen nada
mejor que hacer con sus vidas… siempre quejándose sobre el impacto en el
ecosistema… habrá que recordarles que: La sobrepoblación de estas criaturas es
una realidad.
No es como si fueran a acabarse algún día, la idea es simplemente ridícula.