Entre los métodos para pasar el largo trayecto a nuestro destino podemos
recurrir al entretenimiento común de la lectura, la música o algún multimedia.
Si venimos acompañados –y estamos de humor- podríamos platicar. Otros recursos
están en mirar a la nada o bien distraernos al observar a aquellos que ya se
han sumergido hábilmente en una burbuja que los mantiene apartados de la
realidad en la que convivimos todos.